5 buenas prácticas para emitir vídeo en directo

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La emisión de vídeo en directo requiere muchas herramientas, ajustes y equipos diferentes. Por suerte, las nuevas herramientas y soluciones de streaming están facilitando más que nunca la retransmisión en directo. Hoy en día, cualquiera puede aprender a retransmitir en directo de forma rápida y sencilla. En este artículo se describen cinco buenas prácticas para la retransmisión de vídeo en directo.

El streaming es una industria en auge. Se retransmiten más acontecimientos que nunca. Por ejemplo, más de 4,6 millones de personas ven festivales de música en directo cada año. Y la retransmisión en directo tiene sentido para acontecimientos de todos los tamaños, no sólo para grandes eventos.

En otros sectores, el vídeo en línea también está teniendo una buena acogida. El uso del vídeo en la educación puede ser“altamente eficaz. La mayoría de las instituciones de enseñanza superior incorporan ya el vídeo a su oferta. En el mundo corporativo, se espera que el mercado mundial del vídeo empresarial alcance los 40.840 millones de dólares en 2022. Esto supone una tasa de crecimiento anual de más del 20%. Y eso sin mencionar el auge que hemos visto en los medios y el entretenimiento OTT.

5 mejores prácticas para emitir vídeo en directo

Todo el mundo reconoce la importancia central del streaming de vídeo en el mundo moderno. Por eso cada vez más empresas, emprendedores, instituciones y otros grupos empiezan a retransmitir en directo.

Empezar a emitir vídeo en directo implica trabajar de varias maneras. Esta lista de buenas prácticas le ofrecerá una visión general de los componentes de la retransmisión en directo.

Vamos a examinar en detalle cinco partes del sistema. En primer lugar, hablaremos de la elección de una plataforma de streaming de vídeo para subir y alojar un vídeo. A continuación, veremos los equipos para la transmisión en directo. A continuación, hablaremos de los ajustes importantes del codificador de streaming en directo. Por último, hablaremos de la importancia de probar la configuración antes de utilizarla y de la importancia de la asistencia en caso de que surjan problemas.

1. Utilice la solución de streaming adecuada con una CDN potente

El vídeo es big data. En la actualidad, el 79% de todo el tráfico web de los consumidores procede del vídeo. Como sabe cualquiera que haya intentado ver una emisión en directo a través de una mala conexión de móvil, emitir vídeo con problemas de buffering puede ser una experiencia frustrante.

La solución para emitir vídeo en directo es utilizar una CDN o Red de Entrega de Contenidos (Content Delivery Network) de streaming en directo. Una CDN está formada por una red de servidores distribuidos por todo el mundo. Los usuarios se conectarán automáticamente a servidores cercanos a su ubicación. Además, el tráfico se dirige automáticamente a los servidores con menor carga.

La combinación de estos dos factores proporciona a los usuarios una experiencia de visualización mejor, más rápida y fluida, y elimina las posibilidades de que se cuelgue o se sature un servidor.

La distribución de contenidos a través de una CDN suele requerir contratos caros y complejos, facturas confusas y procesos de configuración técnica. Sin embargo, hay una forma sencilla de acceder a la distribución CDN, y resulta que es la mejor. Le recomendamos que trabaje con una plataforma de vídeo en línea (OVP) asociada a una CDN.

En Dacast, por ejemplo, colaboramos con la CDN Akamai (una de las mayores del mundo) para entregar todas nuestras transmisiones en directo y vídeo a la carta. Esto se combina con precios transparentes y predecibles y una amplia variedad de otras herramientas relacionadas con el vídeo: análisis, monetización, acceso a la API de vídeo, personalización de la marca, reproductor de vídeo, etc.

2. Seleccionar el equipo adecuado

A continuación, veamos el equipamiento. La difusión de vídeo en directo requiere distintos equipos en función de la complejidad que se desee alcanzar.

Por un lado, la transmisión en directo es posible con un smartphone que ejecute la aplicación adecuada y una conexión 4G LTE o WiFi decente. En el otro extremo, las cadenas profesionales utilizan habitualmente varias cámaras conectadas a una cabina de producción con mesas de mezclas de audio, codificadores de hardware, generadores de gráficos, complejos decorados y pantallas verdes, y numeroso personal.

La mayoría de los streamers operan en algún punto intermedio.

Sea cual sea su elección, necesitará, como mínimo:

  1. VÍDEO: Una cámara, o varias cámaras
  2. AUDIO: Micrófono(s) externo(s) si es necesario
  3. CODIFICADOR: Dispositivo para codificar el flujo (ya sea un codificador de hardware o un software de codificación en directo que se ejecuta en un ordenador, tableta o smartphone).
  4. CONEXIÓN: Una forma de conectar estos elementos (como una tarjeta de captura) y cables (normalmente HDMI o SDI para vídeo, o 1/4″ o XLR para audio)
  5. INTERNET: Conexión a una conexión a Internet fiable con velocidades de subida decentes (recomendamos al menos 10-15 Mbps de velocidad de subida sostenida para la transmisión en HD; más si se transmite en múltiples velocidades de bits).

Los codificadores de software son más populares que los de hardware, pero le recomendamos que examine ambos tipos y los evalúe en función de sus necesidades de streaming.

3. Optimizar la configuración del codificador y la calidad de vídeo

En 2017, el 63 % de los espectadores de retransmisiones en directo citaron los problemas de almacenamiento en búfer como un problema grave, lo que supone un aumento con respecto a 2016. Los espectadores tienen problemas de calidad. Ya hemos hablado de una forma de solucionar este problema: utilizando una OVP asociada a una red de distribución de contenidos.

La segunda forma de solucionar los problemas de calidad es optimizar la configuración del codificador. Recién salido de una cámara, el vídeo no está preparado para la transmisión en directo. Por eso utilizamos codificadores: herramientas de software o hardware que codifican un vídeo en formatos adecuados para la transmisión en directo.

Generalmente, esto significa transcodificar al formato RTMP para enviarlo a una plataforma de vídeo, donde el vídeo se distribuye a continuación, la mayoría de las veces utilizando HLS. Éstos son algunos de nuestros ajustes recomendados para los codificadores:

  • Codec: H.264 o x264
  • Velocidad de bits de vídeo: varía en función de la resolución de vídeo elegida y de si se utilizan varias velocidades de bits.
  • Resolución de vídeo: ajuste a la tasa de bits(consulte este artículo)
  • Velocidad de bits de audio: varía desde 64 kbps, mono para flujos de baja calidad hasta 256 kbps, estéreo para flujos de alta calidad.
  • Frecuencia de muestreo de audio: 44100 Khz
  • Velocidad de fotogramas: 30 fps es la más común
  • Intervalo entre fotogramas clave: 2 segundos

4. Prueba, prueba, prueba

El siguiente paso para emitir vídeo en directo con éxito es probar a fondo la configuración. No esperes a que tu transmisión de vídeo en directo esté a punto de tener lugar para probar tu configuración. Dedique tiempo a las pruebas previas.

Cuando ven una retransmisión de mala calidad, los espectadores se enfadan antes incluso de saber que están enfadados. Su felicidad disminuye y es mucho más probable que se marchen y que tengan una opinión negativa de su marca.

Para evitarlo, intenta probar cada elemento del sistema de la forma más realista posible. Asegúrese de que los ajustes del codificador son correctos. Si emites con varias velocidades de bits, prueba cada una de ellas y hazlo con distintas conexiones a Internet. Claro, la transmisión puede funcionar bien en el Internet rápido de tu oficina. Pero, ¿funcionará con una red móvil con mala cobertura?

Asegúrese de que todo su equipo funciona correctamente. Busca cualquier fallo o fallo de hardware (por suerte, suele ser fácil de detectar). Vigila posibles puntos problemáticos, como cables sueltos.

Asegúrese también de probar los reproductores de vídeo incrustados en su sitio web, aplicaciones móviles y cualquier otro lugar de visualización del usuario final. Es el elemento más importante de todo el sistema.

5. Acceso a atención al cliente 24 horas al día, 7 días a la semana

Con suerte, las pruebas exhaustivas revelarán cualquier problema que pueda existir en tu configuración para emitir vídeo en directo. Sin embargo, es posible que no sepa cómo solucionarlos. También pueden surgir problemas durante una retransmisión en directo. En estos casos, necesitará acceder al soporte técnico para que le ayude a diagnosticar y solucionar un problema específico.

En este caso, es importante buscar una solución de streaming en directo que ofrezca un buen soporte técnico. Recomendamos una plataforma con asistencia interna (no un centro de llamadas) y una plataforma que ofrezca asistencia las 24 horas del día. Esto es especialmente importante si te dedicas a la retransmisión continua en directo 24 horas al día, 7 días a la semana.

Conclusión

Esperamos que estas cinco mejores prácticas ayuden a explicar lo que se necesita para retransmitir vídeo en directo con éxito. Si aplica estas prácticas recomendadas, tendrá muchas más probabilidades de que la retransmisión en directo sea un éxito.

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Max Wilbert

Max Wilbert is a passionate writer, live streaming practitioner, and has strong expertise in the video streaming industry.